En una sociedad que avanza cada vez más rápido, encontrar balance entre la vida laboral y la parentalidad se ha convertido en una necesidad imperativa. El Día del Padre nos invita a reflexionar sobre cómo las personas que despliegan el rol parental enfrentan, cada día, el desafío de estar presentes en los momentos vitales de sus familias, sin descuidar sus responsabilidades profesionales.
En Chile, este dilema también está presente. Según datos de la encuesta “Estado de la Parentalidad 2023”, el 76,6 % de los padres no tomó licencia postnatal, sea remunerada o no, después del nacimiento de su hijo-a, y uno de cada dos señaló que el trabajo no se lo permitió. Además, el 28,9 % de estos padres señala haber perdido instancias importantes asociadas al rol, como controles médicos o tiempo de calidad con sus hijos-as, mayormente por razones laborales. Estas cifras evidencian una realidad: El desafío de la conciliación trabajo-familia empuja a los padres chilenos al límite.
¿Por qué es tan importante encontrar el equilibrio?
La parentalidad implica presencia emocional: acompañar a los hijos en su crecimiento, transmitir valores y generar vínculos de confianza. Al mismo tiempo, el trabajo exige tiempo, concentración y disponibilidad constante. Este conflicto entre “estar aquí” y “estar allá” genera una tensión permanente, con consecuencias en la disposición y calidad de crianza, en la continuidad de un clima familiar acorde a vínculos nutritivos e incluso influye en el rendimiento y la salud integral de los padres.
La crianza también es un derecho de los padres
El psicólogo de Grupo Cetep Sede Viña del Mar, Pablo Obregón, señala al respecto: “La sociedad occidental históricamente adjudica la crianza casi en exclusiva a las mujeres. Visibilizar que los hombres también tienen derecho —y necesidad— de ejercer una parentalidad activa, incluso cuando no existe una relación de pareja con la madre de sus hijos, también es una forma de buscar equilibrio. La custodia compartida no es solo una figura legal: es una herramienta que permite garantizar el vínculo continuo entre padres e hijos, resguardando el desarrollo emocional de los niños y el rol nutritivo de los padres.” Avanzar hacia un modelo de corresponsabilidad real implica reconocer que los vínculos parentales no deben depender del estado civil, sino del compromiso afectivo y ético con el bienestar de los hijos.
Consejos para un equilibrio más sano
- 1. Planificación consciente: Coordinar con anticipación reuniones, salidas médicas o actividades escolares. Esto permite anticiparse y evitar ausencias inoportunas.
- 2. Uso de permisos y licencias: A pesar de que más del 76 % de los padres chilenos no utilizan el beneficio de los 5 días de licencia postnatal, estas semanas de permiso pueden marcar una gran diferencia emocional, por lo que es altamente recomendado hacer uso de ella.
- 3. Flexibilidad laboral: Acuerdos organización-colaborador para establecer horarios semi-flexibles o de teletrabajo parcial, especialmente en momentos familiares relevantes. Esto ha sido promovido por iniciativas legislativas recientes en Chile.
- 4. Corresponsabilidad en el hogar: Compartir en familia las tareas domésticas y de cuidado. Así se fomenta un ambiente más estable y menos estresante, evitando que el agotamiento recaiga solo en uno de los adultos responsables de la crianza.
- 5. Auto-cuidado y espacios propios: Asignarse pausas, mantener activas las redes de apoyo (amigos, familiares, grupos de padres), más realizar actividades que recarguen energía emocional, como el deporte o la lectura, son acciones fundamentales de auto protección a nivel de salud mental.
El rol sistémico de las empresas
Las organizaciones tienen un rol fundamental en promover la Salud Mental de sus colaboradores-padres. Impulsar políticas de teletrabajo, licencias extendidas, horarios más flexibles y cultura de corresponsabilidad no solo beneficia al colaborador, sino que también mejora el clima laboral, reduce el burnout y retiene talento.
Este Día del Padre es también una invitación a cambiar la mirada social y laboral: reconocer que el rol de ser papá exige tiempo, energía y presencia emocional. Encontrar un equilibrio entre trabajo y parentalidad no solo nutre los vínculos familiares, sino también fortalece la Salud Mental de los hombres, las familias que integran y promueve entornos laborales más sostenibles.
Organizaciones y colaboradores-padres tienen la oportunidad de contribuir a construir sociedades donde estos adultos y sus familias puedan amar, aportar, descansar y crecer en plenitud. Aquí se muestra el verdadero trasfondo del Día del Padre: fomentar un futuro donde la parentalidad y el trabajo vayan de la mano.